La riqueza de esfuerzos manifestados en esta obra, coinciden en que la producción de alimentos, sobre todo inocuos, es un pilar de la paz social que contribuye al desarrollo, pero que requiere permanentemente el fujo de conocimientos e información, recursos financieros y capital humano, para adaptarse a las condiciones de un contexto cambiante, bajo escenarios cada vez más complejos generados por las crisis recurrentes. Las crisis económicas, sanitarias, ambientales, políticas y sociales bajo un contexto globalizado y desafiante pone en jaque a las economías emergentes del mundo. Sin duda, los sectores productivo, gubernamental y privado, requieren caminar junto a la academia y aprender colectivamente para actuar de manera resiliente ante los desafíos intrínsecos del desarrollo agropecuario.