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La actual crisis de desarrollo que vive el mundo, desde la concepción hegemónica sustentada en la modernidad, plantea desafíos centrales para conocer las posibilidades generar alternativas que promuevan mejores condiciones de vida. Estos desafíos, además, tienen que reconocer y valorar la diversidad de sentidos, conocimientos y relaciones que se manifiestan en la diversidad cultural. Nos encontramos ante la incapacidad de resolver los problemas sociales, económicos y ecológicos que han obligado a dirigir la mirada hacia lo local. No obstante, esta perspectiva desde lo local se ha visto limitada por la vigencia de procesos económicos y políticos centralizados. Asumir el reto de enfrentarlos implica atender de manera profunda la diversidad cultural y no sólo de manera discursiva, sino considerando la complejidad de abordarla. De ahí que los textos que se presentan en esta obra son producto de investigaciones que destacan la acción de los actores en sus territorios, con énfasis en las diversas formas en que participan de sus contextos culturales, organizados en tres ejes que transparentan su acción: la cultura, el poder y el territorio.

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