Cuando en Chiapas hablamos de leer y escribir, escuchamos lamentos y quejas, juicios dictados desde una perspectiva de desarrollo y una estipulación de niveles que nos coloca en el rezago y la marginación de la cultura escrita. Los chiapanecos somos enjuiciados como gente que «no sabe leer», «no comprende lo que lee» o simplemente «no lee». Estos veredictos derivan de una lógica puramente deductiva y con generalizaciones que, lejos de dar solución a esas deficiencias, dibujan un callejón sin salida.
Desde 2008, a través del programa de la Especialidad en Procesos Culturales Lecto-Escritores, académicos de la Universidad Autónoma de Chiapas y de otras instituciones de educación superior nacionales e internacionales, construimos experiencias conjuntas con los estudiantes para responder a los problemas vinculados con la lectura y la escritura. Nuestro punto de partida son las realidades construidas por diversos actores y las tensiones manifiestas en este campo, reflexionamos y extendemos el quehacer universitario de las aulas a diferentes contex- tos; debatimos y aprendemos de quienes padecen las «deficiencias» que pretendemos mitigar.
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